Momento de la extracción del mar del narcosubmarino
aprehendido por la Guardia Civil en el puerto de Cangas (Pontevedra, 2019).
Fuente: Comandancia de Pontevedra.
Guardia Civil.
El 24 de noviembre de 2019, la Guardia Civil realizó la
primera aprehensión en Europa de un narcosubmarino procedente de Sudamérica.
Aunque el uso de submarinos para el traslado de droga es habitual en el
continente americano, la detección de esta embarcación frente a la playa de
Foxos, ubicada en la ría de Aldán (Pontevedra), constituyó la primera operación
en la que se verificaba el uso de este sistema de transporte de droga en aguas
europeas.
La operación policial surgió tras una alerta del Centro de
Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N) al Centro
de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) sobre una
embarcación sospechosa que se dirigiría a España a través del océano Atlántico
cargada de cocaína. Se inició así una investigación conjunta entre la Unidad
Central Operativa (UCO) de la Jefatura de Policía Judicial de la Guardia Civil,
la Policía Nacional y la Agencia Tributaria.
Tras varios días de infructuosa búsqueda aeronaval
internacional, diversas informaciones de las unidades de investigación de la
Guardia Civil permitieron conocer que la embarcación era en realidad un
submarino, pudiendo establecerse una estrategia para su captura.
Los Servicios Aéreo y Marítimo de la Guardia Civil
disuadieron a las embarcaciones que se suponía podían dar apoyo al objetivo,
obligando a la nave a acercarse a la costa, donde un despliegue terrestre de
la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra finalmente consiguió detectarla
e intervenirla. Se detuvo a sus tres tripulantes y a los integrantes de la
estructura de apoyo en tierra. También se incautaron los 3050 kilogramos de
cocaína que transportaba la nave en su travesía por el Atlántico desde el rio
Amazonas.
Mercancía incautada por la Guardia
Civil (3050 kilogramos de cocaína) que era trasportada en el interior del narcosubmarino
(Pontevedra, 2019).
Fuente: Comandancia de Pontevedra.
Guardia Civil.
La nave era un semisumergible de fabricación artesanal, construido en fibra, con capacidad y autonomía para transportar entre tres y cinco toneladas de cocaína y que permaneció durante toda la singladura a ras de superficie. En su interior, los tripulantes convivían en un diminuto habitáculo junto a los motores, aprovechando al máximo el espacio de la nave para almacenar la droga y la gran cantidad de combustible necesario para cruzar el Atlántico.

