En un acto cargado de simbolismo y fraternidad institucional,
miembros de la Hermandad de Guardias Civiles Auxiliares de España (HGCAE)
visitaron recientemente las instalaciones del Servicio de Material Móvil (SMM)
de la Guardia Civil, en Madrid.
Durante la jornada, realizaron una generosa donación: un
uniforme completo original utilizado por los guardias civiles auxiliares
durante su período de servicio activo en el Cuerpo.
Este gesto no solo enriquece el patrimonio histórico de la
Benemérita, sino que refuerza los lazos entre generaciones de servidores
públicos que, en diferentes épocas, han contribuido al mismo ideal de servicio
a España.
El Presidente de la Hermandad, Fernando Sanandrés y su
secretario nacional, Marco Aurelio Sigano, fueron recibidos por el coronel jefe
del Servicio de Material Móvil. En un encuentro protocolario y emotivo, se
procedió a la entrega formal del uniforme, que incluye prendas y distintivos
representativos de una figura ya desaparecida pero fundamental en la historia
reciente de la Guardia Civil.
El Servicio de Material Móvil: un siglo al servicio de la
movilidad de la Benemérita
El Servicio de Material Móvil, con sede central en la calle
Príncipe de Vergara 246 de Madrid, es una de las unidades especializada más
antigua de la Guardia Civil y una pieza clave en su estructura logística.
Nacido el 10 de julio de 1922 como "Parque de Máquinas de Locomoción de la
Guardia Civil", surgió en respuesta a la necesidad de motorizar el Cuerpo
para mejorar la respuesta operativa en un país en plena modernización.
Sus orígenes se remontan incluso a experimentos previos, como
la Sección de Velocipedistas de 1902 o la de Ciclistas de 1914, pero fue en los
años veinte cuando se consolidó como parque automovilístico.
A lo largo de su centenario celebrado en 2022, ha
evolucionado denominándose sucesivamente como Parque Móvil (1932), Parque de
Automovilismo (1943) y, desde principios del siglo XXI, Servicio de Material
Móvil.
Dependiente de la Jefatura de Servicios de Apoyo, su misión
abarca la administración, adquisición, adecuación, distribución y mantenimiento
de los medios logísticos terrestres del Cuerpo, incluyendo vehículos patrulla,
todoterrenos, furgonetas de detenidos, camiones especializados y, en los
últimos años, una creciente flota de vehículos eléctricos e híbridos.
Con más de 1.200 efectivos dedicados a la especialidad de
automovilismo, el SMM no solo gestiona una flota que supera los miles de
unidades, sino que impulsa proyectos innovadores como el Gestor de Flotas
(GEFLOT) o la validación de vehículos adaptados para traslados de presos.
Su labor asegura que la Guardia Civil pueda desplegarse con
eficacia en todo el territorio, desde las carreteras rurales hasta las
operaciones especiales.
Los Guardias Civiles Auxiliares: una generación de
voluntarios que marcó época
La figura del Guardia Civil Auxiliar representa un capítulo
único en la historia de la institución. Creada por Real Decreto 3543/1981, de
30 de octubre, surgió como una modalidad de voluntariado especial para prestar
el servicio militar obligatorio en el Cuerpo de la Guardia Civil.
Dirigida a jóvenes que superaban pruebas selectivas y un
curso de formación de tres meses —inicialmente en Úbeda y posteriormente en la
Academia de Baeza—, permitió integrar a miles de españoles en las tareas
operativas de la Benemérita durante una etapa de alta demanda de efectivos.
Entre 1982 y 1993, un total de 35 promociones —más de 22.000
jóvenes— sirvieron como guardias auxiliares, con periodos de 18 a 36 meses.
Encargados de cometidos auxiliares y siempre bajo supervisión
de personal profesional, contribuyeron de forma decisiva a la seguridad
ciudadana en años complejos marcados por el terrorismo y la transición
democrática. Muchos de ellos —alrededor del 60%— optaron posteriormente por
incorporarse como guardias civiles de carrera, reservándose plazas específicas
en las oposiciones.
Con la supresión del servicio militar obligatorio en 2001,
esta figura se extinguió, pero su legado perdura en la profesionalización
actual del Cuerpo y en la Hermandad de Guardias Civiles Auxiliares, que
mantiene vivo el espíritu de camaradería y el vínculo con la institución.
Un gesto que une pasado y presente
La donación de este uniforme histórico al Servicio de
Material Móvil trasciende lo material: es un reconocimiento explícito al
esfuerzo colectivo de quienes, hace décadas, vistieron el tricornio en
circunstancias diferentes pero con idéntica vocación.
En un momento en que la Guardia Civil avanza hacia la
sostenibilidad y la digitalización de su flota, recibir piezas de su propio
pasado refuerza la conciencia histórica y el orgullo de pertenencia.
Desde esta redacción, felicitamos a la Hermandad de Guardias
Civiles Auxiliares por su iniciativa y al Servicio de Material Móvil por
acogerla con el calor que merece.
Actos como este recuerdan que la Benemérita no solo es una
institución centenaria, sino una gran familia unida por el honor, el sacrificio
y el servicio a España.
