Circular Nº 272, dando instrucciones
para la persecución de los malhechores (13 de agosto de 1847).
Fuente: Servicio de Estudios
Históricos. Guardia Civil.
El 13 de agosto de 1847, la Inspección General de la Guardia
Civil dictó una circular impartiendo instrucciones para la intervención en
inmuebles donde se escondieran o abastecieran delincuentes armados. Se trataba
de la primera referencia documental de un método de intervención de alto riesgo
y suponía un importante precedente del moderno desarrollo de técnicas y organización
de unidades altamente especializadas en la ejecución de servicios de esta
naturaleza. Las medidas que establecía la circular para la captura de los
delincuentes en dichas circunstancias se resumen en los siguientes términos:
“1. Establecimiento de un perímetro de seguridad que
incluyese, de ser necesario, barreras de circunstancias que evitasen la salida
de cabalgaduras.
2. Evaluar la fuerza disponible y organizarla de modo que se
asegurase el cerco sobre la casa objetivo; en caso de ser necesario, se
solicitarían los auxilios de vigilancia que pudieran procurarse de los lugares
circundantes.
3. Neutralizar los posibles orígenes de fuego por parte de
los delincuentes y establecer los despliegues que asegurasen el éxito de la
captura de los delincuentes.
4. Aguardar el momento más oportuno para la intervención,
especialmente aprovechando la luz del día, pues la claridad facilita los
movimientos propios y la observación de la actividad de los malhechores.
5. En caso de tener que penetrar en fuerza en el inmueble, la
entrada habría de buscar la sorpresa mediante la elección de los puntos más
vulnerables e imprevistos, amagando sobre aquellos que pudiesen producir
distracciones facilitadoras de la penetración de la fuerza actuante.
6. En el caso extremo de una porfiada resistencia por parte
de los ocupantes armados del inmueble, se buscaría la penetración mediante el
destechado, esto es, practicando las aberturas sobre techumbres -con
preferencia en la inmediación de posibles chimeneas- para descolgarse
directamente en el interior de la edificación y, una vez dentro, reducir a toda
costa a los ocupantes”.
En términos análogos y como consecuencia de la rápida evolución y especialización delincuencial, la Guardia Civil ha ido estableciendo a nivel interno en el plano operativo durante los últimos años diversos procedimientos de actuación que contemplan, entre otros, intervenciones con atrincheramientos, que suelen ser las más violentas y peligrosas. Sin perjuicio de la normativa vigente en materia de entrada domiciliaria, estos protocolos recogen las medidas de seguridad idóneas y la manera de afrontar situaciones de la forma más segura y eficaz para la fuerza actuante según las causas del atrincheramiento, y la configuración del local o edificio en cuestión.