Llegada a la Base Aérea de Torrejón
de Ardoz de los féretros con los cuerpos del capitán Galera y el alférez Bravo
(Madrid, 2010).
Fuente: Oficina de Relaciones
Informativas y Sociales. Guardia Civil.
El 25 de agosto de 2010, el capitán José María Galera Córdoba
y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, ambos destinados en el Centro de
Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia
Civil, fueron asesinados junto al intérprete Ataollah Taefi Kalili, en la
antigua base de las tropas españolas sede del Equipo de Reconstrucción
Provincial (PRT) en la localidad Qala i Naw (Afganistán).
Un talibán infiltrado que trabajaba como chófer del jefe de
la Policía de Afganistán, irrumpió en el lugar donde se instruía a 47 policías
afganos, disparando con un fusil de asalto contra los guardias civiles y el
traductor. Los efectivos españoles presentes –tanto de la Guardia Civil como
del Ejército de Tierra– respondieron al ataque y neutralizaron al agresor.
El incidente desató importantes disturbios en Qala i Naw en
contra de las tropas españolas, algo que nunca había ocurrido en esa localidad
desde que se llevó a cabo el despliegue en mayo de 2005.
El ataque fue reivindicado por los talibanes mediante un
comunicado en el que aseguraron que Ghulam Sakhi, autor de los hechos, estaba
en contacto con ellos y tenía planeado el ataque desde hacía 2 meses. Esta
reivindicación fue reiterada posteriormente por el portavoz talibán Qari
Mohamad Yusuf a la agencia Reuters.
Por Real Decreto 754/2011, de 27 de mayo, en atención a las circunstancias excepcionales, méritos contraídos y virtudes militares sobresalientes y con arreglo a lo establecido en el artículo 16 de la Ley 42/1999, de 25 de noviembre, de Régimen del Personal de la Guardia Civil, ambos oficiales fallecidos en acto de servicio fueron promovidos al empleo superior, con carácter honorífico y a título póstumo, a propuesta de la ministra de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 27 de mayo de 2011.