
El 26 de agosto de 1808, los franceses estuvieron a punto de
alcanzar en Alfaro (Logroño), una victoria sobre el ejército español, pero una
arrolladora carga del Regimiento del Rey, que rescatando a la Artillería
propia, puso en fuga al enemigo, convirtiendo esta acción en victoria. Los
jinetes fueron vitoreados por todo el ejército.