Tal día como hoy del año 1.893, una Real Orden ordena que las Fuerzas de Infantería de Marina, destacadas en el Apostadero de la Habana, sustituyan sus morriones por la gorra, por considerarse cumplido con exceso el tiempo de duración que tenían prefijado, y estimarse también esta prenda de condiciones poco climatológicas para su uso en aquellos parajes.