Pintura de Augusto Ferrer-Dalmau
"General Diego de León" retrata al célebre
brigadier español Diego de León, quien sirvió con distinción en las guerras
carlistas. Montado en su caballo, viste el uniforme característico de los
lanceros, con detalles en rojo y dorado, y una gorra adornada con un penacho
rojo. Su presencia imponente y su postura reflejan su valentía y liderazgo. El
fondo nebuloso añade un aire de misterio y dramatismo, destacando aún más la
figura central del general.
El 1 de mayo de 1839, tiene lugar la segunda toma de Belascoaín (Navarra). El Brigadier D. Diego de León, vestido de gala y lanza en ristre, tras arrollar en brillante carga al enemigo, que perdió en ella 500 hombres, entró en la plaza por una tronera, haciendo saltar a su caballo sobre el cañón y matando a los servidores de la pieza. Fue agraciado con el título de Conde de Belascoaín.