Con este tratado finaliza la Guerra
de los 80 años que había enfrentado a la Monarquía Hispánica con las Provincias
Unidas.
El conflicto se inició en 1568 con el
levantamiento de las Siete Provincias Unidas contra el Imperio Español
exigiendo libertad de religión y supresión de la Inquisición. Felipe II envió
un ejército al mando de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, tercer duque de
Alba, para apoyar a la gobernadora de los Países Bajos, Margarita de Palma y
sofocar la revuelta.
La guerra se prolongó durante el
reinado de Felipe III y el inicio del de Felipe IV con una pausa durante la
«Tregua de los 12 Años» que se inició el 9 de abril de 1609. Ante el
convencimiento de los dos bandos de que ninguno de ellos alcanzaría la victoria
se iniciaron conversaciones en 1643 que dieron lugar al tratado conocido como
«Paz de Münster» llegando a un acuerdo el 30 de enero de 1648 en la ciudad que
le da nombre, entre representantes holandeses y españoles. El texto fue enviado
a la Haya y a Madrid para ser firmado reconociendo la paz el 15 de mayo de
dicho año. Este tratado, junto con el de Osnabrück firmado por Alemania y
Suecia, que dio fin a la Guerra de los 30 años, constituyen lo que se conoce
como la Paz de Westfalia. Por el tratado de Münster, España reconoció a los
Países Bajos como estado independiente.
De la Paz de Münster ha quedado, como documento gráfico, el
cuadro del pintor holandés Gerard ter Borch que se conserva en el Rijksmuseum
de Ámsterdam. En él se puede ver en la parte derecha a la delegación española
mandada por Gaspar de Bracamonte, conde de Peñaranda y en el lado izquierdo a
la holandesa. En el momento del acuerdo los españoles juran con la mano sobre
la Biblia y los holandeses con la mano derecha levantada. El acto se celebró en
la sala de plenos del Ayuntamiento de esta ciudad alemana, donde se exhibe en
la actualidad una reproducción de la obra.
