Tercerola Remington, modelo 1871,
calibre 11 mm., longitud total 980 mm, peso 3280 gramos. Arma expuesta en el
Museo de la Guardia Civil (Madrid, 2024)
El 16 de diciembre de 1875, el director general de la Guardia
Civil, teniente general Fernando Cotoner Chacón, remitió una Circular sobre la
necesidad de que todo el personal del Cuerpo usara el mismo armamento sistema Remington,
modelo español, para que no existieran diferencias en la adjudicación y así
contribuir a la buena imagen de la Institución. Para ello, se suministraron a
las comandancias únicamente fusiles del modelo español y se ordenó que se
suspendiera cualquier recepción de armamento que no fuera el modelo
establecido. Además, se debía comunicar la existencia de fusiles de dotación
que no fueran del sistema español.
El citado fusil español estaba basado en el diseño del fusil,
de gran popularidad, fabricado por Remington a partir de 1865. Tenía un cierre
de tipo basculante, denominado originalmente como Rolling Block, que era
conocido en España como sistema Remington. Su inventor fue el norteamericano
Leonard Geiger, quien en 1863 patentó un sistema de retrocarga que consistía
básicamente en un bloque que abría o cerraba el acceso a la recámara de un arma
monotiro, pivotando sobre la aguja percutora paralela al cañón.
Fabricado en Oviedo, el fusil Remington español, modelo 1871/89,
de calibre 11 mm., que ya había sido declarado reglamentario para el Ejército
español en 1871, gracias a su fiabilidad y robustez fue uno de los que más se
utilizó en el Cuerpo, en concreto durante 25 años. En la Caballería la utilizaron
durante menos tiempo, al ser declarada arma reglamentaria en 1893 la tercerola Winchester,
modelo 1873, considerada la primera arma larga.
Fuente:
Servicio de Estudios Históricos. Guardia Civil
