Las lluvias torrenciales destruyeron hogares, inundaron
infraestructuras y paralizaron la región. Sin embargo, en medio del caos, un
grupo de héroes silenciosos ha brillado: la sanidad militar del Ejército del
Aire y del Espacio.
En la madrugada del 29 de octubre, la Comunidad Valenciana
quedó marcada para siempre tras el paso devastador de la DANA. Con un saldo de
223 víctimas mortales y cientos de damnificados, las lluvias torrenciales
destruyeron hogares, inundaron infraestructuras y paralizaron la región. Sin
embargo, en medio del caos, un grupo de héroes silenciosos ha brillado: la
sanidad militar del Ejército del Aire y del Espacio.
Cuando las ambulancias convencionales no podían acceder a los
puntos más críticos debido al barro y los destrozos en las vías, mientras los
hospitales luchaban por mantenerse operativos, fue la sanidad militar la que
respondió a la llamada. Desde el 1 de noviembre, bajo la coordinación de la
Unidad Militar de Emergencias (UME) y en estrecha colaboración con el 112,
nuestras ambulancias se desplegaron para llevar esperanza a los más afectados.
Incansables en la lucha: salvar vidas bajo condiciones
extremas
Los equipos de sanidad militar han trabajado día y noche,
realizando traslados de pacientes crónicos y asistiendo a los habitantes de
localidades como Catarroja, Aldaia, Alaquàs, Paiporta y Benetússer, donde los
centros de salud quedaron inutilizados por las riadas. A pesar de las
dificultades, su trabajo ha sido clave para garantizar la continuidad
asistencial y evitar una tragedia mayor.
El impacto de su trabajo trasciende las cifras. Mientras las
ambulancias surcaban caminos imposibles, los helicópteros del Ejército del Aire
y del Espacio vigilaban desde el cielo, asegurando que ninguna zona quedara
desatendida. En los puntos logísticos de ayuda y donaciones los sanitarios
militares, junto con el resto de compañeros del Ejército del Aire y del Espacio
también colaboraban codo con codo con bomberos, policías y personal civil,
demostrando que la verdadera fuerza está en la unión.
Más allá de la emergencia: el repliegue estratégico
Sin olvidar que la sanidad militar tiene como objetivo
principal garantizar la atención médica integral de las Fuerzas Armadas en
cualquier contexto, desde conflictos armados hasta emergencias nacionales o
internacionales. Fueron simultaneando su colaboración con las entidades
públicas, con el soporte médico y la evacuación sanitaria de sus compañeros
militares que trabajan día y noche con maquinaria pesada y en labores de
achique y limpieza de garajes.
Tras semanas de intensa actividad, y con la progresiva
normalización de los servicios sanitarios civiles, entre el 17 y el 19 de
noviembre la sanidad militar comenzó a desvincularse del centro coordinador del
112. Sin embargo, su presencia continúa siendo vital en la retaguardia de las
operaciones específicas encomendadas al Ejército del Aire y del Espacio, como
la recuperación de vehículos, la búsqueda de desaparecidos o el apoyo en
colegios que han reabierto sus puertas.
Héroes sin capa, pero con alas
La labor de la sanidad militar del Ejército del Aire y del
Espacio en esta operación es un recordatorio del valor del servicio
desinteresado. Son mujeres y hombres que sacrifican sus noches, sus días y,
muchas veces, su salud para cuidar de los demás. En un escenario donde las
tragedias parecen multiplicarse, su ejemplo inspira esperanza y gratitud.
La Comunidad Valenciana nunca olvidará a los héroes del aire
que descendieron al barro para salvar vidas. Su esfuerzo es una muestra del
poder de la humanidad frente a la adversidad. Cuando los vientos de la tragedia
soplaron más fuerte, ellos respondieron con alas, determinación y un corazón
incansable. El compromiso de la sanidad militar sigue siendo inquebrantable,
con personal y equipos siempre listos para actuar en caso de emergencia.