Expresión que ha llegado hasta nuestros días como símbolo
despectivo, “vete a la porra” tiene sus antecedentes en el garrote que portaba
el sargento mayor de cada Tercio, denominado “porra”.
Cuando la columna hacía un alto en el camino, el sargento
mayor hincaba en el suelo el extremo de la porra como símbolo de “alto” e
inmediatamente se formaba la guardia en las inmediaciones. Pero, justamente, alrededor
de la porra quedaban sentados los soldados arrestados permaneciendo bajo
constante vigilancia.
De ahí que “enviar a alguien a la porra” era sinónimo de arrestarle, convirtiendo la frase en el uso despectivo que conocemos.
Fuente facebook: Luz de Trento