sábado, 30 de diciembre de 2023

TERCIOS ESPAÑOLES

 

Los tercios españoles alcanzaron fama inmortal en los campos de batalla de Flandes, pero en el norte de África y en el Mediterráneo se creó y desarrolló la estructura que los convirtió en la mejor máquina militar de su época.

Entre las olas del Mare Nostrum y la aridez de la tierra del Magreb, los tercios españoles se tuvieron que enfrentar a turcos, berberiscos, árabes y bereberes.

La presencia española al otro lado del estrecho de Gibraltar estuvo garantizada por los tercios. Cada año los tercios de Nápoles, Milán y Sicilia se embarcaban en las distintas escuadras de galeras al servicio de la Monarquía Hispánica para patrullar el Mediterráneo durante el verano, época propicia para la navegación y que era aprovechada por los corsarios berberiscos para lanzarse contra las costas opuestas en busca de botín y cautivos.

Muchos cuerpos quedaron en aquellas tierras sin tener un cristiano entierro. Pero su honor, su valentía, su defensa de Dios y de la Patria, tendrán su justa recompensa.

Soneto que corresponde a un fragmento del capítulo XL del Quijote, escrito por Cervantes - que fue hecho preso en Argel- destacando la gloria de los tercios.

De entre esta tierra estéril, derribada,

destos terrones por el suelo echados,

las almas santas de tres mil soldados

subieron vivas a mejor morada,

siendo primero, en vano, ejercitada

la fuerza de sus brazos esforzados,

hasta que, al fin, de pocos y cansados,

dieron la vida al filo de la espada.

Y este es el suelo que continuo ha sido

de mil memorias lamentables lleno

en los pasados siglos y presentes.

Mas no más justas de su duro seno

habrán al claro cielo almas subido,

ni aun él sostuvo cuerpos tan valientes.