Mientras las naciones
sucumbían ante Roma y caían una a una, la guerra de Hispania duro 200 largos
años. Los legionarios cuando se les anunciaba que se dirigían a la guerra de
Hispania algunos desertaban ante el terror que les inspiraban los hispanos. Para
hacerse una idea de lo que supuso conquistar Hispania para Roma, tengamos en
cuenta que toda la Galia cayó en apenas 7 años. Mientras que una sola ciudad
hispana resistió y derrotó ejército tras ejército durante 20 años, sólo pudo
ser derrotada con un brutal asedió y muriendo sus habitantes por inanición.
Roma tembló ante el triunfo de los celtíberos, y decidió enviar del más
prestigioso general romano, Emilio Escipión, el nieto de Publio Cornelio
Escipió.