El pasado miércoles se celebró en la provincia de Ciudad Real
el ejercicio internacional de búsqueda y salvamento Madrisar SATER 2024. Un
escenario en el que se simulaba un accidente en el que se veían implicados un
helicóptero civil, con 2 tripulantes a bordo, que realizaba un reportaje
fotográfico en la zona, y un avión que transportaba paracaidistas para un salto
deportivo, con un total de 7 personas. Tras la colisión, los paracaidistas
hicieron un salto de emergencia y las 2 aeronaves acabaron estrellándose contra
el terreno.
El Centro Coordinador de Salvamento Aeronáutico (ARCC) de
Madrid dirigió una misión SAR (Search and Rescue), coordinando a los diferentes
medios participantes en las labores de búsqueda y salvamento de los
supervivientes del accidente. Bajo la dirección de la Jefatura de
Operaciones Aéreas Especiales y Recuperación de Personal (JSAO&PR) del
Mando Aéreo de Combate y organizado por el ARCC Madrid, este ejercicio persigue
mejorar el entrenamiento del personal de este último en la dirección y
coordinación de misiones SAR, el adiestramiento de las tripulaciones del
Ejército del Aire y del Espacio y la Fuerza Aérea Italiana con rol SAR, y el
entrenamiento de las tripulaciones del Servicio de Salud de Castilla la Mancha
(SESCAM) en la transferencia de heridos entre helicópteros. Al mismo
tiempo se ponen en práctica los mecanismos de coordinación con otros organismos
que participarían en un caso real de accidente aéreo, como Protección Civil de
las distintas comunidades autónomas, Cruz Roja, Guardia Civil, Policía, etc.
La zona en la que se simulaba el accidente aéreo estaba
centrada entre las poblaciones de Picón y Piedrabuena. Abarcaba un área de 37 x
52 millas náuticas, en la que se establecieron 3 zonas de rescate con los
restos de las 2 aeronaves siniestradas y la posición donde cayeron los
paracaidistas. En la zona también se desplegaron 9 voluntarios de Cruz Roja y
Protección Civil, que hicieron de figurantes, interpretando a los pasajeros
supervivientes al accidente.
Tras finalizar con éxito una compleja fase de búsqueda en la
que se localizó a todos los supervivientes, los medios participantes
procedieron a realizar el triaje de los heridos y, dirigidos por el Centro de
Emergencias 112 de Castilla la Mancha, su posterior extracción y traslado a un
puesto médico avanzado en la base de helicópteros del Ejército de Tierra
Coronel Sánchez Bilbao, situada en la localidad de Almagro, y al helipuerto de
Piedrabuena para su transferencia a los helicópteros del SESCAM.
Entre los medios aéreos militares participantes se contó con
un helicóptero HD.29 (NH90 Lobo) y un avión D.4 (CN235) del Ala 48
(base aérea de Cuatro Vientos), operando desde la base aérea de Getafe, y un
avión UD.14 (Apagafuegos) del 43 Grupo (base aérea de Torrejón), todos ellos
pertenecientes al Ejército del Aire y del Espacio. Además, la fuerza aérea
italiana participó con un helicóptero HH-139 y los centros coordinadores SAR de
Portugal, Francia e Italia enviaron observadores a las instalaciones del ARCC
Madrid en Torrejón. Igualmente participaron el Servicio Aéreo de la
Guardia Civil, con un helicóptero EC-135 y un helicóptero EC-145 del SESCAM.
Asimismo, se estableció una coordinación directa con el
Centro de Emergencias del 112 Castilla la Mancha, Cruz Roja, la Comandancia de
la Guardia Civil en Ciudad Real y efectivos de la Policía Local de Piedrabuena,
bien en tareas de seguridad o prestando apoyo logístico durante la ejecución
del ejercicio.
En resumen, un complejo dispositivo que puso de manifiesto la
capacidad de operación entre organismos civiles y militares, nacionales e
internacionales, de forma conjunta y coordinada, para la resolución de
emergencias aeronáuticas.