Ana María de Soto y Alhama, nacida en Aguilar de la Frontera,
provincia de Córdoba, el 16 de agosto de 1775, es la primera mujer que,
haciéndose pasar por hombre, se alista, en 1793, como soldado en la sexta
compañía del undécimo batallón de Infantería de Marina bajo el nombre de
Antonio María de Soto.
Embarca en la fragata Nuestra Señora de la Mercedes -hundida
por los ingleses en 1804-, y posteriormente en la Balvina, la Santa
Dorotea y la fragata Matilde. Participa además en los ataques de
Bañols, la defensa de Rosas y la batalla del Cabo de San Vicente, que supone la
derrota española contra los ingleses. Tras descubrirse que en realidad se
trataba de una mujer, se le expide licencia de retiro en 1798 con el grado y
sueldo de sargento 1º, concedido por el rey Carlos IV, y dos reales diarios de
pensión.
En 1799 se le otorga licencia de estanco en la localidad cordobesa de Montilla de la que disfrutaría interrumpidamente hasta su muerte, ocurrida el día 4 de diciembre de 1833 a la edad de 58 años.
