El milagro de Empel, por Augusto
Ferrer-Dalmau (2015).
A primeros de diciembre de 1585, durante la Guerra de los
Ochenta Años, el Tercio Viejo de Zamora, mandado por Francisco Arias de
Bobadilla, se encontraba en la Isla de Bommel, al norte de la ciudad
neerlandesa de Bolduque, rodeado por la flota enemiga. Al negarse los españoles
a la rendición, el enemigo abrió los diques de contención inundando el
despliegue de los Tercios. Los españoles tuvieron que refugiarse de la crecida
sobre los diques del Mosa y en las pequeñas elevaciones que estaban por encima del
nivel del agua, entre las que se encontraba la localidad de Empel.
El 7 de diciembre se encontraban los españoles acosados por el frío y el hambre
sin posibilidad de refugiarse en ningún abrigo. En esta situación, un soldado
que se disponía a hacer un agujero en la tierra para refugiarse encontró una
tabla con la imagen de la Virgen María. Fue colocada en una pared de la iglesia
de Empel junto a las banderas y su hallazgo se consideró como una señal de la
protección divina.
Esa noche se produjo una bajada brusca de la temperatura y se desencadenó un
fuerte viento helado que hizo que se congelaran las aguas del río Mosa. En la
mañana del día 8, los españoles, aprovechando esta circunstancia, rompieron el
cerco a través de las aguas heladas y atacaron por sorpresa a la escuadra
enemiga obteniendo una rotunda victoria. Este hecho fue considerado un milagro,
que se conoce desde entonces como el «Milagro de Empel». Ese día, la Inmaculada
Concepción fue proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia.
Trescientos años más tarde, el 12 de noviembre de 1892 la Reina Regente María
Cristina declaró a «Nuestra Señora la Purísima e Inmaculada Concepción» Patrona
del Arma de Infantería.
https://www.acami.es/efemerides/8-de-diciembre-de-1585milagro-de-empel/
