Finalmente, en 1988, las fuerzas policiales de la Guardia Civil, la Policía de Investigaciones y la Guardia Republicana son integradas en un solo Cuerpo denominado Policía Nacional del Perú y que adoptaría el lema “Dios, Patria, Ley”, proceso que culminaría en 1991.
Fuente: Gabinete Técnico. Guardia
Civil.
El 22 de noviembre de 1921 llegó a Lima un contingente de la
Guardia Civil cuyos efectivos tenían la misión de asesorar y desempeñar el
cargo de profesores en la Escuela de Policía y Gendarmería, centro formación
de la futura Guardia Civil peruana.
Dos años antes, el presidente de la República del Perú,
Augusto Bernardino Leguí y Martínez, al inaugurar su gobierno, emitió un
decreto por el que creaba la Escuela de Policía, a cuya entrada se colocó un
rótulo en el que se leía “El honor es mi divisa, como en la madre patria”.
Posteriormente, el Gobierno peruano gestionó la comisión de servicio de la
Guardia Civil española, cuyas atribuciones se determinaron por Resolución de 16
de agosto de 1921.
Esta primera misión española la conformaba un contingente
compuesto por el teniente coronel Pedro Pueyo España, el capitán Bernardo
Sánchez Visaires, el teniente Adolfo Carretero Parreño y el sargento José
Gómez Hernández. Las condiciones de la misión eran las mismas que las de otros
contratos firmados con miembros de otras naciones y fueron muy parecidas a las
acordadas con Costa Rica; el jefe, 150 libras de oro peruanas mensuales y 110
el capitán (la libra valía 31 pesetas, aproximadamente).
En menos de un mes presentaron al Gobierno peruano 12
proyectos contenidos en un cuaderno de 300 páginas que comprendían la
organización de la Guardia Civil, la del Cuerpo de Seguridad y la del de
Investigación, la de la Escuela de Policía y Guardia Civil, leyes de ascensos,
de reenganches, de pensiones y retiro, montepío y viudedades, extranjería,
reglamentos de la Guardia Civil y ley sobre la prostitución y profilaxis
social. Este fecundo trabajo determinó que el Gobierno dictara un decreto el 3
de julio de 1922, donde el presidente dispuso lo concerniente a la organización
de la Escuela de Policía y Gendarmería. Por razones de salud, a los pocos meses
el teniente Carretero regresó a España, siendo reemplazado por el de igual
empleo, Fernando Gómez Ayau.
El contingente finalizó su servicio en 1923, siendo relevado
por otro presidido por el general de brigada Antonio Sánchez Sánchez, que
arribó a Lima en los primeros meses de 1924, haciéndose cargo de la Inspección
General de la Guardia Civil y Policía hasta 1927. Esta primera misión fue
ampliada en 1925 con el comandante Juan Vara Terán y en 1927 con el teniente
Antonio Reparaz Araujo.
Al poco de regresar a España la primera misión por término de
contrato, se designó una segunda, integrada por el coronel José Gil de León y
los capitanes Ángel Valcárcel Bosque y Miguel Andrés López, regresando a España
a mediados de 1931. En 1949, con el fin de mejorar y reorganizar los servicios
de la Guardia Civil peruana, fue contratada una tercera misión, compuesta por
el coronel Manuel Rodrigo Zaragoza, el teniente coronel Eduardo Fraile Mantecón
y los comandantes Victoriano Suanzes Carpegna Suanzes y Luis Gil-Delgado
Crestar.
