domingo, 26 de octubre de 2025

Donativo del Banco de España a los huérfanos de la Guardia Civil

 

Banda de cornetas del Colegio de Guardias Jóvenes con su uniforme tradicional de gala, con pectoral, cuello y bocamanga azul y casaca grana (Valdemoro, 1910).

Fuente: Centro de Fotografía Histórica de la Guardia Civil.

El 26 de octubre de 1911, el Consejo de Gobierno del Banco de España realizó una donación de 1000 pesetas a los colegios de huérfanos de la Guardia Civil, uniéndose así a una larga lista de donaciones publicadas en los anuarios militares. Entre ellas destacan: Su Majestad la reina María Cristina, Máximo Cánovas del Castillo, los marqueses de Vallejo, el marqués de Comillas, la Socie­dad Azucarera de Larios (Málaga), el Consejo de Administración de los ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante, la Sociedad minera de Villaodrid (Vizcaya), la Compañía minera de Río Tinto (Huelva) o el Sindicato de riegos de la Acequia Real Júcar (Valencia).

La preocupación por la educación y formación de los huérfanos e hijos del Cuerpo se remonta a pocos años después de la fundación de la Institución en 1844, como consecuencia del elevado número de bajas que se producían, tanto a consecuencia del servicio como por causas naturales. El 12 de enero de 1879 se creó el asilo de huérfanos de la Guardia Civil y se dictaron las bases para financiar la construcción del centro en el que serían alojados posteriormente. Su necesidad radicaba en que la Compañía de Guardias Jóvenes acogía a los hijos de los guardias civiles falleci­dos, pero no a las hijas ni a los varones menores de 12 años.

El citado asilo se constituyó en Valdemoro (Madrid), en una finca donada por los marqueses de Vallejo, y su actividad se financió con las cuotas abonadas por los miembros de la Guardia Civil y otras participaciones y donaciones. Para su gestión se creó la Asociación General de la Guardia Civil, que estaba presidida por el director general e integrada por mandos. En 1885, finalizada su construcción, el edificio se transformó en el Colegio Marqués de Vallejo, que acogería a las huér­fanas del Cuerpo que, hasta entonces, fueron atendidas y educadas en la localidad madrileña por la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, así como a los huérfanos varones hasta que alcanzaban la edad para ingresar en el colegio.

Por su parte, la Asociación Pro-huérfanos de la Guardia Civil facilita ayuda a huérfanos, hijos y nietos de los socios y a los socios, mediante pensiones, becas y premios al estudio, ayudas al acce­so a la universidad, al mundo laboral, al alquiler de vivienda, residencias de mayores, etc.