Momentos posteriores al atentado
perpetrado por la banda terrorista ETA en el centro comercial Hipercor
(Barcelona, 19 de junio de 1987).
Fuente: fotografía publicada en los
medios de comunicación social de la época.
El 30 de septiembre de 1987 fue detenido por la Guardia Civil
en Anglet (Francia) el dirigente de la organización terrorista ETA Santiago
Arróspide Sarasola, conocido como Santi Potros y considerado jefe militar de
ETA.
Durante el periodo en que dirigió la actividad de los
comandos, la organización terrorista ETA alcanzó sus mayores grados de
letalidad con atentados como el acaecido el 19 de junio de 1987, en el centro
comercial Hipercor, de Barcelona, con 21 asesinados, y el realizado el 14 de
julio de 1986 por el comando Madrid contra un transporte colectivo de la
Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana, de Madrid, en el que
fueron asesinados 12 guardias civiles.
La operación policial, que se realizó en colaboración con la
Gendarmería Nacional de Francia, supuso, además de la detención del citado
histórico dirigente de ETA, la incautación de un importante volumen de
documentos e información sobre los objetivos de ETA y las estructuras de la
organización terrorista en Francia. La explotación de los datos fue
determinante para que la Guardia Civil procediera a la detención posterior en
España de centenares de miembros de ETA. Igualmente, gracias al riguroso
análisis de la información intervenida, fue posible actuar sobre estructuras
que eran utilizadas por los terroristas para su actividad criminal: el
descubrimiento de 14 pisos de infraestructura, de un local utilizado para
retener a personas secuestradas por la organización terrorista, además de
diferentes depósitos de armas y explosivos.
Como en otras operaciones policiales de la Guardia Civil, el
éxito del dispositivo fue posible gracias a la perseverancia y al tesón
demostradas por los guardias civiles que participaron en las labores de
investigación y actuación sobre los terroristas.
Además de la importancia que siempre ha tenido la detención de cualquiera de las estructuras dirigentes de ETA, en este caso, la detención de Arróspide Sarasola permitió poner freno a la letal campaña de atentados indiscriminados cometidos por los comandos terroristas que dependían de él.