Monolito para el homenaje a los que
dieron su vida por España, situado en el patio de armas de la Dirección General
de la Guardia Civil.
“Honor, sacrificio, lealtad. A
nuestros caídos en cumplimiento del deber. Presentes. MCMLXVI” (Madrid, 2024).
Fuente: Gabinete Técnico Guardia
Civil.
El 17 de agosto de 1845 falleció en acto de servicio el
guardia civil de Infantería Manuel Montano, a causa de un disparo de escopeta
de Francisco Vargas, tendero de un puesto de frutas de la localidad de
Monesterio (Badajoz). Tras protagonizar un altercado, Vargas decidió zanjar el
incidente disparando a Montano cuando la pareja del Cuerpo le advirtió que se
daría parte de lo que había ocurrido a su superior jerárquico.
El Mentor del Guardia Civil, en su número 70 de enero de
1857, informó que el homicida había sido condenado a muerte en rebeldía, pero
no había noticias de su captura.
A lo largo de la extensa trayectoria de servicio y dedicación
a la sociedad, la Guardia Civil ha lamentado la pérdida de muchos de sus
miembros, cuyos sacrificios quedan registrados en el libro de honor custodiado
en su sede central.
Para recordar su sacrificio, cada tarde, al descender la
bandera, les brindamos el Toque de Oración en su memoria y en los actos militares
más solemnes, rendimos homenaje a todos los guardias civiles que han perdido la
vida en el cumplimiento de su deber.
Que esta efeméride sirva como un tributo a su memoria y consuelo para quienes lloran su pérdida.