Anverso y reverso de la Tarjeta de
Identidad Profesional de la Guardia Civil.
Fuente: Boletín Oficial de la Guardia
Civil.
El 31 de agosto de 1990 se creó la Tarjeta de Identidad
Profesional (TIP) y la placa insignia en la Guardia Civil para dotar al
personal del Cuerpo de elementos identificativos que acrediten su condición
como integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y para que,
como tales, puedan recabar el auxilio que necesiten en sus actuaciones.
La TIP tiene los datos de su titular, tiene carácter de
documento público y su uso es personal e intransferible. Sirve para acreditar
el carácter de agente de autoridad con ocasión del servicio, por lo que los
guardias civiles dispondrán de una TIP y, en determinados servicios, de una
placa insignia.
“Llevará un número de identificación profesional, propio y
exclusivo, que ha de figurar en el anverso de la tarjeta, y que se asignará a
cada miembro del Cuerpo, como norma general, de oficio por el Servicio de
Asuntos Generales, renovándose por causa de ascenso o caducidad”.
La experiencia adquirida desde la creación de estos medios de
identificación y la necesidad de proveer a la tarjeta de identidad de
materiales y medidas de seguridad que garanticen su integridad física y su uso
en condiciones óptimas para los ciudadanos determinaron que, en el año 2012,
esta norma fuera modificada por Orden INT/1206/2012, de 9 de mayo, de modo que
se cambió su diseño y se le incorporaron medidas de seguridad adicionales para
evitar la copia o duplicidad de dichas tarjetas.
El personal del Cuerpo, cualquier que sea su empleo, tiene
derecho a la obtención y uso de la TIP, siempre que se encuentre sujeto al
régimen general de derechos y obligaciones del personal de la Guardia Civil.
En la TIP se inserta un chip en el que se puede almacenar diversos certificados digitales que permiten firmar electrónicamente y hacer trámites digitalmente.