Arturo Conde Fernández, general de
brigada, con uniforme de gran gala (1924).
Fuente: Centro de Fotografía
Histórica de la Guardia Civil.
El 4 de julio de 1924 se aumentó la plantilla de la Guardia
Civil, entre otros empleos, con un general de división y uno de brigada,
conformando una plantilla total de un general de división y cuatro generales de
brigada. El general de empleo superior ocupó, por primera vez, el cargo de
subdirector general del Cuerpo. Todo ello, como continuación de la mejora de
efectivos del año 1918 y en consonancia con la adaptación a los cambios
sociales y políticos de la época.
Como consecuencia de la Ley de Bases de Reorganización del
Ejército, desde 1918 la Guardia Civil tenía tres generales; el más antiguo era
el responsable de la secretaría del director general y los otros dos eran
inspectores generales.
El decreto de cambio de la plantilla también es muy trascendente pues implicó la salida del Cuerpo de la Guardia Civil del Estado Mayor General y, por tanto, se le impidió la posibilidad de que pudiera contar con los empleos de teniente general y capitán general.