jueves, 15 de mayo de 2025

Instrucciones del Duque de Ahumada sobre los partes de los servicios extraordinarios y el personal merecedor de recompensa

 

General de división de la Guardia Civil imponiendo una medalla a un cabo de la Guardia Civil en un acto oficial (1980).

Fuente: Centro de Fotografía Histórica de la Guardia Civil.

El 15 de mayo de 1851, el Duque de Ahumada, en calidad de inspector general del Cuerpo, orde­nó que en los partes de los comandantes de puesto referentes a los servicios que fueran merece­dores de recompensa constara la opinión detallada sobre el personal propuesto y los antecedentes de los hechos, en virtud del conocimiento de los miembros que los mandos debían tener. Es decir, era preciso hacer las reflexiones convenientes y sólo proponer para la recompensa a los guardias civiles que, verdaderamente, hubieran superado el cumplimiento de su obligación profesional.

La Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil fue creada por la Ley 19/1976, de 29 de mayo, que en su primer artículo establece que se crea para premiar las acciones o conductas de extraordinario relieve, que redunden en prestigio del Cuerpo e interés de la patria. Esta recom­pensa, de carácter civil, podrá ser concedida a los miembros de dicho Cuerpo y a cualquier otra persona o entidad que se haga acreedor de ello.

Adicionalmente, en su preámbulo se expone que el Cuerpo de la Guardia Civil, con más de un siglo de existencia, ha demostrado, a lo largo de su dilatada vida y a través de todas las vicisitudes históricas, un amor y entrega sin límites al servicio de la patria. Sus miembros, que constituyen el núcleo más numeroso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se encuentran distribuidos por todos los rincones del territorio nacional, en permanente vigilancia al servicio de su ciudadanía. La cons­tante y cotidiana superación de sacrificios, riesgos y fatigas, unida a la innumerable relación de he­chos heroicos por ellos prestados, merecen una recompensa moral y pública que premie y estimule al mismo tiempo la permanente superación en el cumplimento del deber.