Servicio de control rutinario de la
Guardia Civil (Palencia, 2019).
Fuente: Comandancia de Palencia.
Guardia Civil.
El 26 de abril de 1855, el sargento Víctor Villegas y García
y dos parejas de guardias civiles localizaron y neutralizaron, en el pueblo de
Palacios del Alcor (Palencia), a una banda de delincuentes conocida como Los
Hierros, lo cual supuso una actuación meritoria por la inferioridad numérica de
los miembros del Cuerpo y por lo duro de la contienda.
En los primeros disparos del enfrentamiento resultó muerto el
hermano del sargento y, posteriormente, fueron heridos otros dos guardias
civiles. A pesar de ello, el sargento Villegas continuó la persecución de los
delincuentes con el único guardia civil que estaba ileso y en la disputa recibió
cuatro heridas por arma blanca que le provocaron la pérdida de una gran
cantidad de sangre, circunstancia por la que tuvo que retirarse a una localidad
cercana para vendar sus heridas y recuperarse. Seguidamente, volvió a montar a
caballo y continuó la persecución hasta detener a los delincuentes que
quedaban.
Por su demostrada valentía, sin haber tenido en cuenta el
número de sus enemigos, el sargento Villegas fue condecorado con la Cruz de la
Orden de San Fernando de 1a Clase, conforme al reglamento de la época, al
considerarse que la acción ejecutada había revestido un acto de valor
distinguido. Creada el 31 de agosto de 1811 como Orden Nacional de San
Fernando, la Real y Militar Orden de San Fernando es la más alta condecoración
militar española que se otorga por la realización de hechos de armas en campaña,
en los que se han evidenciado un valor heroico o un valor distinguido.
Este sentimiento de valor permanece vivo en el Código de Conducta del personal de la Guardia Civil, aprobado en marzo de 2022, cuyo artículo 4 señala que “actuarán con voluntad de acometer resuelta y racionalmente las contingencias y peligros inherentes al cumplimiento del deber, y en defensa de los demás, incluso a riesgo de sufrir cualquier tipo de daño”.