Emblema de solapa del Guardia Civil
honorario.
Fuente: Boletín Oficial de la Guardia
Civil.
El 27 de abril de 2000 se creó la figura del Guardia Civil
honorario con el fin de premiar los comportamientos individuales de personas o
entidades ajenas al Cuerpo que merezcan el reconocimiento profesional por su
apoyo y colaboración desinteresada, permanente y contrastada. Esta distinción
se creó en analogía con otros cuerpos, tanto nacionales como extranjeros, de
naturaleza semejante al de la Guardia Civil, fruto de las continuas muestras
de afecto y solidaridad que viene recibiendo el Instituto.
Concretamente, la Orden General número 9, de 27 de abril de
2000, de creación de la figura del Guardia Civil honorario, en su artículo 1o señala:
“Se crea la figura de Guardia Civil honorario para premiar en personas o
entidades méritos extraordinarios contraídos por la realización de servicios,
trabajos o estudios directamente vinculados con la Guardia Civil, así como por
una trayectoria de dedicación y colaboración intachables con la Institución.”
La propuesta del nombramiento de la persona o personas en las
que puedan concurrir las circunstancias descritas se realiza por los jefes de
zona y comandancia. En caso de considerar la misma procedente, su nombramiento
será firmado por la persona titular de la Dirección General de la Guardia Civil
y el acto de entrega será revestido del carácter solemne que tan alta
distinción supone, tanto para la Institución como para el interesado.
El nombramiento llevará consigo la entrega de una tarjeta
identificativa, además de un diploma acreditativo y el emblema de solapa.
En la relación de guardias civiles honorarios destaca, entre otros, el rey don Felipe, quien recibió tan distinguido reconocimiento en diciembre de 2007, siendo aún Príncipe de Asturias.