El 16 de marzo se conmemora el nacimiento de Jose María Otero
de Navascúes y Enríquez de la Sota, en 1907, en Madrid. Heredó de su
hermano Julio el título de Marqués de Hermosilla, y fue un insigne científico,
militar y marino, claro impulsor de la investigación en España.
En 1922, a la edad de 15 años, ingresó en la Academia de
Artillería de la Armada., siendo nombrado teniente en enero de 1928, como
número uno de su promoción. Sus primeros destinos como científico estuvieron
relacionados con el campo de la metalurgia, sin embargo, sus estancias en el
Instituto Politécnico de Zurich y posteriormente en el Instituto de Óptica de
Jena y Berlín, entre 1929 y 1933, despertaron su interés por la
investigación científica en el campo de la óptica. De regreso a España, en 1934,
funda el Laboratorio de Óptica de la Marina, que fue germen del Laboratorio y
Taller de Investigaciones del Estado Mayor de la Armada (LTIEMA (CIDA)),
posteriormente de la Empresa Nacional de Óptica (ENOSA) y del Instituto de
Óptica Daza de Valdés, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC).
Fruto de sus investigaciones en este campo le llevo a
explicar científicamente el fenómeno de la “Miopía Nocturna”, de gran
relevancia en la I y II Guerra Mundial, lo que sin duda le valió como
credencial para su ingreso en Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, a la temprana edad de 37 años.
Otro de los campos donde también destacó fue el de la física
nuclear. En 1948, se creó la Junta de Investigaciones Atómicas,
asumiendo su presidencia, siendo el embrión de lo que más tarde, en 1951, sería
la Junta de Energía Nuclear (JEN), cuyo primer presidente fue el General del
Ejercito Juan Vigón, ocupando Jose Mª Otero el puesto de Vicepresidente. En
esta etapa se encargó de seleccionar a los mejores científicos de España para
mandarles al extranjero a formarse en los principales centros de investigación
nuclear.
En 1958 asume la presidencia de la JEN, mandato que se
prolonga hasta el año 1974. En el comienzo de este periodo, con la creación del
reactor de la Moncloa, primer reactor español, España llegó a ocupar un puesto
relevante en el desarrollo de la tecnología nuclear con fines civiles,
colocándose inmediatamente por detrás de EEUU, URSS, Reino Unido, Francia y
Canadá. Los grandes recortes presupuestarios en la década de los 60, pronto
acabaron con esta posición privilegiada y fue relegándose a puestos más modestos.
No obstante, durante su mandato al frente de la Junta se alcanzaron importantes
hitos en este campo, tales como la creación de la primera fábrica de uranio
española (1960); los reactores ARGOS y ARBI (1962); la puesta en funcionamiento
de la primera central nuclear española, la central José Cabrera de Zorita en
1968; la central nuclear Santa María de Garona (1971) y la central nuclear
Vandellós I (1972).
Entre los muchos puestos de reconocimiento internacional
ocupados por Jose Mª Otero cabe destacar el de presidente de la Sociedad
Europea de Energía Atómica, presidente del Comité Internacional de Pesas y
Medidas, gobernador del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), y
presidente de la XV Conferencia General de la OIEA.
Jose M.ª Otero fue un adelantado a su tiempo. A pesar de
haber recibido numerosas ofertas internacionales de trabajo, las rechazo ya que
su afán era trabajar para el progreso y desarrollo de la ciencia en España.
Tenía una visión muy pragmática de lo que debería ser la
investigación, desde la básica a la aplicada, el prototipado y la producción,
abogando siempre por una esmerada formación del personal y fomentando la
colaboración entre centros de investigación, universidades e industria,
imprescindible para llegar a tener productos industriales y evitar lo que se
conoce como el temido valle de la muerte.
En 1983 fallece en Madrid habiendo alcanzado el grado de
Contralmirante Ingeniero de la Armada y numerosos reconocimientos y
condecoraciones civiles y militares.