Componentes de la Guardia Civil
prestando servicio en Cuba (1893).
Fuente: Oficina de Relaciones
Informativas y Sociales. Guardia Civil.
El 22 de marzo de 1896, durante la Guerra de la Independencia
cubana, se produjo un ataque de las tropas autodenominadas libertadoras
(sublevadas) contra la ciudad de Santa Clara (Cuba), capital de la antigua
provincia de Las Villas. Las tropas españolas que defendían la ciudad,
compuestas por guardias civiles y soldados, ofrecieron una valerosa resistencia
por lo que Máximo Gómez Báez (1836-1905), general en jefe de las tropas
revolucionarias cubanas, ordenó la retirada.
El objetivo de la acción era dar un golpe con amplia
repercusión político-militar en el mando español en Cuba, por tener una
posición estratégica desde la que se controlaba el ferrocarril y carreteras en
el centro de la isla.
Desde 1844, la Guardia Civil tuvo como objeto afrontar los
problemas de seguridad peninsulares, pero no tardaría mucho en hacerse cargo
también, dentro de sus funciones, de misiones en el resto de los territorios de
Ultramar. La creación de la Guardia Civil en Cuba, durante el bienio progresista
1854-1856, estuvo motivada por las presiones ejercidas tanto por los
propietarios y comerciantes de la isla para que se protegiesen sus fincas y
negocios, como por la del propio Ejército, al considerarla una fuerza idónea
para esos fines. Todo ello como consecuencia del prestigio que la Guardia Civil
iba adquiriendo en la península.
Inicialmente, la Guardia Civil de Cuba estuvo compuesta por
600 integrantes reclutados del ejército de la isla, no pertenecientes a la
Guardia Civil de la península. Esta fuerza se desplegó únicamente en el
distrito de La Habana (Cuba) con competencias distintas a las de la Guardia
Civil peninsular.
Después, para responder a los crecientes problemas de seguridad y los problemas de gestión del personal, la Guardia Civil de Cuba se integró en su homónima peninsular con la Ley de Amalgama de 1871. Cuba llegó a tener 5280 efectivos desplegados en 1895.