Matrona de servicio en el aeropuerto
Madrid-Barajas (años 90 del siglo XX).
Fuente: Colección particular.
El 17 de febrero de 1999, el director general de la Guardia
Civil, mediante circular número 2, dispone que las matronas existentes en la
Guardia Civil desde el año 1950 dejen de realizar las funciones específicas de
cacheos y registro del personal femenino que venían haciendo.
El Cuerpo de Carabineros crea en 1860 el Cuerpo de Matronas,
el personal femenino más antiguo de un cuerpo policial español. Con un sueldo
de 10 reales diarios, el acceso como Matrona al Cuerpo de Carabineros era por
ser viuda o huérfana de un fallecido en acto de servicio del ejército, debiendo
tener entre 25 y 50 años de edad. En el momento en que se casaban o cumplían
54 años se licenciaban del servicio activo.
Tras la absorción del Cuerpo de Carabineros por la Guardia
Civil, las 65 matronas que existían para toda España en ese momento se
incorporan al Cuerpo de Matronas de la Guardia Civil, regulado mediante el
Reglamento, aprobado el 14 de julio de 1950, para el reclutamiento, disciplina
y servicios de matronas de la Guardia Civil, pudiendo acceder aquellas viudas y
huérfanas solteras de la Benemérita, elevando instancia al director general del
Cuerpo, limitándose el acceso a una sola matrona por familia. Para poder
acceder debían de tener al menos 25 años y no superar los 45 años.
En 1987 por parte de la Guardia Civil, se convocó una
oposición para 69 mujeres que pasarían a pertenecer al Cuerpo de Matronas donde
quedaban absorbidas todas las matronas que existían hasta esa fecha.
Ejercerán funciones hasta la circular de 1999 donde, además, se dispone que como funcionarias auxiliares de la Administración no estarán obligadas a vestir uniforme. También se establece que hasta tanto se determinen los puestos de trabajo y su provisión, las matronas permanecerán en sus destinos.