Alumnado en el Centro de
Perfeccionamiento de la Guardia Civil (Valdemoro, 2024).
Fuente: Centro de Perfeccionamiento.
Guardia Civil.
El 17 de enero de 1852, el fundador y primer director general
de la Guardia civil, Francisco Javier Girón y Ezpeleta de las Casas y Enrile,
II Duque de Ahumada y V Marqués de las Amarillas, empeñado en que todos los
miembros del Cuerpo tuvieran la instrucción necesaria y se guiaran por la mayor
moralidad, dictó una circular sobre la importancia de inculcar valores
deontológicos a los miembros del Instituto, especialmente a los de nuevo
ingreso.
Hasta tal punto se consideraban importantes estos conceptos
que se dictaminó que aquellos guardias civiles que en el plazo de seis meses de
haber ingresado en el Cuerpo no cumpliesen con dichas premisas, no serían aptos
para continuar en la Guardia Civil.
La Ley de Régimen del Personal de la Guardia Civil configura
la enseñanza como un elemento fundamental que tiene como finalidades, entre
otras, la formación integral necesaria para quienes aspiran a ingresar en el
Cuerpo, todo ello para garantizar que los guardias civiles dispongan, a lo
largo de toda su vida profesional, de las competencias necesarias para cumplir
con efectividad las funciones encomendadas.
El 4 de marzo de 2022 se aprobó el Código de Conducta del
personal de la Guardia Civil, una guía que define los valores, principios y
normas del comportamiento de sus miembros, los cuales se han ido consolidando
desde la fundación del Cuerpo, a lo largo de su devenir histórico, hasta llegar
a constituir la mejor muestra del compromiso profesional de su personal y
configurar el nivel de responsabilidad y de exigencia con los que se presenta
ante la sociedad, siendo sintetizados en un Decálogo.
Este Código resulta de aplicación, entre otros, al alumnado de nuevo ingreso a los centros docentes de formación para la incorporación por acceso directo a la Escala de Oficiales y a la Escala de Cabos y Guardias de la Guardia Civil, en el que se destaca la responsabilidad de los docentes en la imprescindible y sólida formación moral de cara a que los alumnos conozcan y asimilen los valores y principios recogidos en el mismo.