Fuerzas de la Guardia Civil del
Destacamento de Viñales en Pinar del Río (Cuba, 1891).
Fuente: Oficina de Relaciones
Informativas y Sociales. Guardia Civil.
El 24 de diciembre de 1876, siendo director general del
Cuerpo el teniente general Fernando Cotoner Chacón, se envió una expedición
con efectivos a la Isla de Cuba. El rey Alfonso XII dispuso, por Real Orden,
que se diesen las gracias a los jefes y oficiales que intervinieron en el
proceso de alistamiento y organización de dicha fuerza “por el celo, actividad
e inteligencia” con el que éste se llevó a cabo.
Del mismo modo, para cubrir las bajas que por licenciamiento
y otras causas fueran ocurriendo durante la expedición, se acordó continuar
con los embarques periódicos de efectivos. Para ello, quedó abierto el
alistamiento voluntario a los individuos de tropa que quisieran tomar parte en
él, tanto en los depósitos y banderines, como en los cuerpos de todas las armas
o institutos de la península.
En 1783 se establecieron unas fuerzas de voluntarios
denominadas compañías de facción, cuya misión consistía en sustituir a los
jueces pedáneos en la vigilancia de aldeas y despoblados. Además, en 1818 se
creó el Cuerpo de Voluntarios de Cuba.
Ambas instituciones cumplieron sus cometidos hasta que la agitación social superó sus medios, por lo que en 1854 se creó una Guardia Civil dependiente del capitán general Gutiérrez de la Concha. Este nuevo Cuerpo de guardias civiles en Cuba se formó con 1500 efectivos reclutados del Ejército de la isla. Su despliegue orgánico se realizó a partir de un tercio, 10 compañías mixtas y los puestos necesarios para cubrir las poblaciones y despoblados más estratégicos.