lunes, 22 de julio de 2024

EFEMÉRIDES DE CABALLERÍA CORRESPONDIENTES AL 22 DE JULIO

 

Tal día como hoy, el 22 de julio de 1812, la alianza militar formada por españoles, portugueses e ingleses bajo el mando de Arthur Wellesley, quien más tarde se convertiría en el duque de Wellington, derrotó al poderoso Ejército napoleónico, dirigido por Marmont, en la batalla de Arapiles, llamada así por el lugar en el que se batieron ambos ejércitos, aunque fuera de las fronteras españolas el enfrentamiento de la Guerra de Independencia española en el que han participado el mayor número de efectivos es conocida como la batalla de Salamanca.

La mañana del 22 de julio de 1812, los franceses comenzaron a hostigar a las cuatro divisiones inglesas que tenían enfrente en suelo castellano. El ruido de los cañones no cesó hasta las cuatro de la tarde, aunque los ataques no causaron demasiado daño al bando aliado.

Al mediodía, el grueso de tropas franceses se hizo visible avanzando hacia el oeste, todavía tenían la esperanza de poder rodear al Ejército enemigo para precipitar así su derrota. Sin embargo, Marmont, al estar más preocupado por acelerar la marcha que por guardar la formación, perdió el control de sus tropas, y no solo eso, creyó que Wellesley estaba en plena retirada hacia Ciudad Rodrigo y confundió el polvo que levantaba la reserva de caballería en Aldeatejada con la retaguardia de este. Una grave torpeza que decantó la batalla del bando aliado.

12.500 franceses y 5.220 aliados perdieron la vida en la batalla de Arapiles. Además, generales como Bonnet, Desesgravier, Ferney, Marchand o Thomieres, auténticas leyendas de su Francia natal, dejaron su vida en Arapiles o fallecieron horas después a causa de las heridas y, por si fuera poco, el bando aliado exhibió como trofeos de guerra a los casi 7.000 prisioneros capturados, junto a los 22 cañones y los 200 oficiales que también cayeron en sus manos.

La mañana del 22 de julio de 1812, los franceses comenzaron a hostigar a las cuatro divisiones inglesas que tenían enfrente en suelo castellano. El ruido de los cañones no cesó hasta las cuatro de la tarde, aunque los ataques no causaron demasiado daño al bando aliado.

Al mediodía, el grueso de tropas franceses se hizo visible avanzando hacia el oeste, todavía tenían la esperanza de poder rodear al Ejército enemigo para precipitar así su derrota. Sin embargo, Marmont, al estar más preocupado por acelerar la marcha que por guardar la formación, perdió el control de sus tropas, y no solo eso, creyó que Wellesley estaba en plena retirada hacia Ciudad Rodrigo y confundió el polvo que levantaba la reserva de caballería en Aldeatejada con la retaguardia de este. Una grave torpeza que decantó la batalla del bando aliado.

12.500 franceses y 5.220 aliados perdieron la vida en la batalla de Arapiles. Además, generales como Bonnet, Desesgravier, Ferney, Marchand o Thomieres, auténticas leyendas de su Francia natal, dejaron su vida en Arapiles o fallecieron horas después a causa de las heridas y, por si fuera poco, el bando aliado exhibió como trofeos de guerra a los casi 7.000 prisioneros capturados, junto a los 22 cañones y los 200 oficiales que también cayeron en sus manos.