El poder aéreo moderno puede ser proyectado en cualquier
momento, en cuestión de horas si fuese necesario, hacia cualquier parte del
globo.
El mundo tremendamente globalizado en el que vivimos
actualmente ha hecho cambiar en las últimas décadas la estrategia militar. El
concepto de empleo de las Fuerzas Armadas pasa, de que sean un mero instrumento
de la defensa del territorio de nuestras naciones, a convertirse en una
herramienta eficaz para exportar la estabilidad como un instrumento más de la
acción exterior del Estado.
Para poder ejercer esa acción exterior, es necesario que las
fuerzas puedan ser proyectadas en cualquier parte del mundo con rapidez y
eficacia, de ahí que la capacidad de proyección de las mismas adquiera una
notoria importancia.
El Pacific Skies pone a prueba la capacidad de proyección de
nuestro Ejército del Aire y del Espacio, embarcado en un proyecto común junto a
los países FCAS (España, Alemania y Francia). Supone uno de los mayores retos a
los que el Ejército del Aire y del Espacio se ha enfrentado jamás, me atrevería
a decir que comparable a los grandes vuelos de los años 20 que marcaron la
historia de la Aviación en España.
El próximo 27 de junio se dará el pistoletazo de salida desde
la Base Aérea de Los Llanos en Albacete y, tras más de un mes y medio de vuelos
alrededor del mundo, finalizará el 16 de agosto en la Base Aérea de Morón.
Con una participación de más de 240 personas, pertenecientes
a las alas 11 y 14, apoyadas por aviones de transporte A330 del 45Grupo y A400
del Ala 31, por personal del EADA y del SEADA, y gracias al planeamiento del
personal del Mando Aéreo de Combate (MACOM), y la contribución de diversos
organismos del Ejército del Aire y del Espacio (MALOG, DAE, GABJEMA, JSTCIBER,
etc), estoy seguro de que el éxito de la operación está garantizado.
“Vista, Suerte y al Toro”.