Los hechos ocurrieron en una de las calles principales de
Ronda, cuando los dos caballeros legionarios escucharon a una mujer que pedía
auxilio. Alertados por los gritos y después de percatarse de lo que estaba
ocurriendo, los militares fueron rápidamente en su ayuda sin dudarlo, separaron
al hombre de la mujer, y llamaron a la Policía Nacional.
En ese momento, el presunto agresor se dio a la fuga y los
dos militares salieron inmediatamente corriendo tras él, logrando alcanzarlo y
reducirlo a los pocos metros. Durante la inmovilización, el individuo comenzó a
lanzar patadas y un par de ellas impactaron en la cara del cabo primero Flores,
que sufrió algunas laceraciones.
Finalmente, la Policía Nacional llegó a la zona y se produjo la detención del presunto agresor.