De procedencia andaluza y cántabra se sumó al grupo de
soldados. María de Estrada (el apellido se encuentra escrito como Destrada o
Estrada) nació en Sevilla, aunque su padre era originario del norte de España.
Su hermano, el conquistador, Francisco de Estrada, había acompañado a Cristóbal
Colón como grumete, y cuando regresó al "Nuevo Mundo" para instalarse
de forma permanente en 1509, María probablemente viajó con él Estuvo en Cuba
donde se casó con Pedro Sánchez Farfán y participó en combates en la actual
Matanzas. "Hasta es posible que su hermosura la salvara de morir, pues un
cacique la tomó para sí: duró hasta que los españoles se recuperaron de la
derrota y volvió con su marido a Trinidad, al sur de la isla" explica el
especialista de Historia de América Manuel Lucena Giraldo Participó en acciones
bélicas y luchó con bravura durante la batalla de Otumba. Representación de
María de Estrada en la batalla de Otumba
El cronista Diego Muñoz Camargo escribió sobre ella: «se
mostró valerosamente haciendo maravillosos y hazañeros hechos con una espada y
una rodela en las manos, peleando valerosamente con tanta furia y ánimo, que
excedía al esfuerzo de cualquier varón, por esforzado y animoso que fuera, que
a los propios nuestros ponía espanto». También los cronistas Bernal Díaz del
Castillo, Juan de Torquemada y Francisco Cervantes de Salazar mencionaron a
esta soldado, que a ratos se dedicaba al cuidado de heridos y enfermos
Francisco Cervantes de Salazar recuerda que María de Estrada siguió a Hernán
Cortés cuando este quiso dejarla descansando en Tlaxcala tras la mortífera
«Noche Triste», en la que murieron muchos españoles e indígenas aliados Cortés la
recompensó con las ciudades de Tetela del Volcán, Nepopualco (que pasó a ser un
barrio de Tetela) y Hueyapan de las que fue encomendera. Los cronistas cuentan
que "rica y reconocida peleó hasta el final" y no dudó en protestar
incluso ante el rey Carlos I por hacerle pagar demasiados impuestos.
Después de que su primer marido muriera, se casó con Alonso
Martín Partidor y juntos participaron en la fundación de lo que hoy es la
Ciudad de Puebla de los Ángeles Entre sus hazañas se destaca que logró la
conquista del Pueblo de Tetela del Volcán, participar en la lucha de Otumba y
vencer en un mano a mano a Pánfilo Narváez.
Murió cerca de los 40 años por cólera y fue enterrada en la Catedral de Puebla aunque se desconoce su paradero pues en remodelaciones de la Catedral se perdieron sus restos.