miércoles, 14 de junio de 2023

HISTORIA

 

En Guadalajara se desarrollaron avanzados prototipos como el diseñado por Leonardo Torres Quevedo, ingeniero de caminos, matemático e inventor español de finales del siglo XIX. Uno de los genios de aquella aviación en pañales en la que casi todo estaba por descubrir, o los trajes de aviador que luego inspiraron a la misma Nasa, debido al precoz talento de Emilio Herrera Linares, científico y aviador, jefe de la aviación republicana en la guerra civil española y presidente de la República Española en el exilio. Guadalajara era entonces frecuentada por Alfonso XIII y su hijo el príncipe Juan, se labró la fama de que era un buen lugar para desarrollar iniciativas industriales, porque era tierra de ingenieros, y eso también contribuyó  a que el monarca, sin duda alentado por el Conde de Romanones, la eligiera para ubicar la fábrica de la Hispano Suiza, que puso en el mercado un coche que competía en el sector del lujo con Mercedes y Rolls Royce; y luego albergó la Hispano Aircraft, la primera industria nacional de aviación y que dio trabajo a miles de arriacenses.


La máxima vinculación de Guadalajara con su Ejército, el de Tierra y el que finalmente acabó alumbrando el nuevo ejército del Aire, fue por tanto muy profunda.