No hubo desfile, no hubo laureada, ni tan siquiera una medalla colectiva para el cabo Suceso Terrero y su pelotón. Nadie se acordó de los defensores del Blocao de Dar Hamed, quizás pocos se acuerden hoy.
Septiembre de 1921, tras el desastre de Annual, se inicia la recuperación del territorio con las nuevas unidades de refuerzo llegadas a Melilla, entre ellas la Primera Bandera de la Legión.
Existían unas posiciones defensivas llamadas “Blocaos” que se situaban en lugares predominantes del terreno y que para su construcción se empleaban piedras, sacos terreros, troncos de árbol y alambrada. Entre estos se encontraba el blocao de Dar Hamed, situado en la ladera este del monte Gurugú y entre la segunda caseta y el blocao de Sidi Ahmed el Hach.
Su misión era contener los ataques de los rifeños desde el barranco de Sidi Musa y aledaños. Por su especial situación, era constantemente atacado, por lo que se producían un número significativo de bajas, de ahí su sobrenombre de “el malo”.
El primer relevo
El 14 de septiembre de 1921, guarnecía el blocao el Batallón disciplinario de Melilla y más concretamente el Teniente José Fernández Ferrer y veinte de sus soldados que habían llegado a la posición el día anterior para relevar a los legionarios que allí estaban, tras varias semanas en la posición. El relevo lo tuvieron que hacer bajo un intenso fuego enemigo y con gran dificultad, por lo que no hubo más remedio que realizarlo hombre a hombre, durando prácticamente todo el día.
Casi sin tiempo a organizarse, la intensidad del ataque fue incrementándose por la noche con fuego de cañones y más fusilería. Como consecuencia del mismo, fueron heridos varios defensores entre ellos el teniente Ferrer, que lo fue de gravedad.
a mañana del 15, se produjo una breve tregua que aprovechó el Teniente Ferrer para enviar a unos de sus hombres a pedir refuerzos en la segunda caseta, pudiendo contactar con la posición del Atalayón. Esta posición, estaba guarnecida por legionarios encontrándose al frente de los mismos el Teniente Eduardo Agulla, quien no dudó en presentarse voluntario para acudir con parte de sus legionarios a socorrer a sus compañeros del blocao.
El segundo relevo, los voluntarios de Suceso Terrero
Sin embargo, el mando no le autorizó, considerando mucho más importante el permanecer en la posición con su personal, pero si le autorizaron a enviar un pequeño refuerzo al blocao.
El teniente pidió voluntarios para tal difícil misión, ya que era casi seguro que los que fuesen no volverían, presentándose todos los presentes para la misión.
Eligió a personalmente a los voluntarios, tratando de que si caían tuvieran la menor repercusión a nivel familiar. Al frente de 15 legionarios seleccionados, puso al entonces Legionario de primera Suceso Terrero López.
El momento más emotivo fue cuando se despidieron de sus compañeros, conscientes que tenían que hacer honor al credo legionario en auxilio de sus compañeros que pedían ayuda y de que iban a una muerte casi segura. Previamente habían escrito cartas de despedida a sus madres y novias. Uno de los legionarios, Lorenzo Camps, le entregó al teniente la paga que había recibido hacía poco para que le fuese entregada a la Cruz Roja y que se usara en atender a los heridos y enfermos, ya que a él… ya no le iba hacer falta. El resto de compañeros siguieron su ejemplo, entregando lo que les quedaba de paga, hacía unos días habían cobrado 250 pesetas.
Llegada a la posición de los legionarios de Suceso Terrero
La llegada a la posición en la tarde–noche del 15, fue de una gran dificultad, bajo fuego enemigo, teniendo que abrirse camino a base de bayoneta calada, cayendo heridos varios de ellos. aunque todos lograron llegar a la posición.
El Legionario de primera Suceso se presentó al Teniente Ferrer de quien recibió unas rápidas instrucciones. El fuego enemigo no cesaba si no que se incrementaba. Consecuencia de los continuos disparos mismo, fallecería el Teniente Ferrer, posteriormente el suboficial y así sucesivamente hasta quedar al frente de la posición Suceso Terrero quien, ante lo difícil de la situación, no se amilanó, sino que se dedicó a animar a los defensores dando vivas a España y a La Legión.
Se agota la munición
A media noche se habían quedado sin munición y ante la gravedad de la situación ordenó a un legionario y a un soldado del disciplinario que salieran del blocao para llegar corriendo a la segunda caseta a pedir refuerzos. Los defensores del blocao no se rindieron, y defendieron la posición con gran heroicidad y en clara inferioridad de medios.
Pidiendo refuerzos
Cuando llegaron el legionario y el soldado a la Segunda Caseta, extenuados y magullados, explicaron la situación del blocao, mandándose a primera hora de la mañana una pequeña unidad de refuerzo que, al llegar al blocao, encontraron a todos sus defensores muertos.
Unos de los primeros en llegar fue el legionario de segunda Pagés, un joven catalán, que cogió a Suceso entre sus brazos y dijo: “Perdóneme por no haber podido llegar a tiempo de salvarles”. Suceso Terrero y sus legionarios, supieron ser fieles al código de conducta de los legionarios, contenido en el Credo Legionario, sellando con la entrega de sus vidas su compromiso con España y La Legión. Suceso Terrero ascendió a cabo aquel mismo día, y así, con ese empleo, lo recuerda la Historia.
Así narró un testigo presencial la llegada al Blocao:
El blocao no existía. Era un montón de ruinas.
Entre las alambradas había unos cuerpos colgados, como peleles mientras los dedos invisibles del aire inquietaban sus cabellos y el sol los iluminaba, llamándoles a la vida…
Uno de ellos estaba tan gravemente herido, que ni podía hablar. Los otros, rotos, destrozados, enterrados bajo los escombros. ¡Camillas!… ¡Camillas! -gritaron los primeros en llegar. Los muertos, los quince, con aquel moribundo los dieciséis, y el legionario de primera, ya ascendido a cabo, Suceso Terreno, muerto al frente.
El silencio mientras sacaban los cadáveres era completo.
Los moros, ojos avizores estarían mirando, no disparaban, posiblemente por el asombro que les había causado la defensa, tan brava, que respetaban el acto de recoger aquellos despojos.
Sus nombres
Caballeros Legionarios muertos el 16 de septiembre de 1.921 en acto de servicio en defensa del Blocao de la Muerte-Dar Hamed “El Malo”:
Suceso Terrero López
Legionarios:
Lorenzo Camps Puigredon
Juan Vicente Cardona
José Toledano Rodríguez
Manuel Duarte Sosa
Gumersindo Rodríguez
Juan Amorós Lenix
Francisco López Velázquez
Enrique García Rodríguez
Ángel Lorinz Berber
Francisco López Hernández
Rafael Martínez Rodenas
José Fuentes Valera
Félix de las Ajeras Alba
Antonio Martínez Villar