sábado, 23 de enero de 2021

TAL DÍA COMO HOY - EL CURA MERINO


El 22 de enero de 1810 el cura Merino sorprendió a una división francesa en las inmediaciones de la villa de Dueñas (Palencia), cayendo en emboscada sobre 1.500 soldados de Napoleón, de los que lograron evadirse solamente unos 200. 

Jerónimo Merino Cob nació en Burgos en 1769 en el seno de una humilde familia campesina. Se ordenó sacerdote convirtiéndose en el típico cura de pueblo, con convicciones tradicionalistas.

Cercano a los 40 años, ejercía de cura en el pueblo burgalés de Villoviado, donde un regimiento francés acababa de saquear a sus vecinos, excediéndose con las mujeres, arrasando la iglesia... las habituales atrocidades de los franceses durante su paso por España.

Para colmo, al amanecer, el oficial al mando del regimiento se da cuenta que no dispone de mulas suficientes para llevar todos los instrumentos musicales del regimiento. Ordena prender al cura del pueblo para que durante 10 kilómetros cargue sobre sus espaldas el bombo, los platillos y las cornetas.

La humillación antes sus vecinos no le sentó bien al cura Merino. Al llegar a Lerma queda libre y regresa a su pueblo. Rasga su sotana, coge sus ropas de cazador y una escopeta. Se echa al monte.


Al primer soldado francés que ve, sin pensarlo, lo mata de un disparo. Le acompaña un sobrino y otro vecino. Los franceses van cayendo en pequeñas emboscadas. Se le unen más resistentes del pueblo y jóvenes de toda la comarca.

De cura a guerrillero: "Dios ha creado al hombre derecho y el hombre ante nadie debería humillarse", dijo Merino. Entabló amistad con otro gran guerrillero, El Empecinado. Juntos se convirtieron en un dolor de cabeza para los invasores. Burgos era clave en la logística de Napoleón, por allí pasaban las tropas francesas que se dirigían a Portugal para luchar contra los ingleses y también estaba a medio camino de Madrid.


Lerma, Dueñas, Roa, Quintanar de la Sierra, Hontoria del Pinar u Hontoria de Valdearados fueron testigos de algunas de sus hazañas.

Acabó la guerra como General y volvió a sus hábitos de cura. Pero como tenía más de "cruzado" que de teólogo, las guerras civiles en España le llevaron de nuevo a las armas. Luchó con los absolutistas primero y con los carlistas después.

Se exilió a Francia tras la guerra carlista. Murió allí con 75 años. Sus restos volvieron a España un 2 de mayo, curiosa fecha, un siglo después. Está enterrado en Lerma