Marcha compuesta por el Maestro Saco del Valle.
Impresionado Alfonso XIII, a su regreso de Marruecos, en octubre de 1927, por la imagen espectacular de las formaciones y ejercicios del tercio y de los regulares, encargó al director de la capilla musical del Palacio Real, maestro Saco del Valle, una marcha de homenaje a ambos cuerpos. Saco, que había sido músico mayor de Ingenieros desde 1897 a 1904, conocía muy bien el género musical castrense. Para complacer al Monarca compuso una marcha en la que combinaba, muy hábil y musicalmente, secuencias de los títulos "Tercios heroicos", "la canción del legionario" y "el novio de la muerte", con toques y marchas de las "nubas", y contraseñas de los Grupos de Regulares de Tetuán, Melilla, Ceuta, Larache y Alhucemas. Terminada la partitura, y ensayada concienzudamente por la banda de Ingenieros, que dirigía el insigne Pascual Marquina, se llevó a cabo la audición en el patio interior del Palacio Real.
Don Alfonso se marchó, dando media vuelta, mientras decía desabridamente: "Esta marcha la había oído ya...".
El soberano no leyó seguramente la partitura que le había dedicado el gran músico, que decía: "A Su Majestad el Rey Alfonso XIII. (Compuesto por encargo del Soberano con toques reglamentarios y música característica de aquellos cuerpos.)". No obstante la destemplada acogida real, don Arturo tuvo la gentileza de realizar una trascripción para piano a cuatro manos -que conocemos gracias a la gentileza de los descendientes del maestro- que rezaba: "... hecho expresamente para SS.AA.RR. las infantas doña Beatriz y doña Cristina, por el autor."
Saco del Valle fue más de quince años director de la orquesta del Teatro Real y catedrático del Conservatorio, además de director de la Capilla Real. En muchas ocasiones se puso al frente de las orquestas Sinfónica y Filarmónica de Madrid, con las que obtuvo notables éxitos.
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