Comandancia de Navarra (Pamplona,
2024).
Fuente: Comandancia de Navarra.
Guardia Civil.
El 30 de diciembre de 1982 la Guardia Civil liberó al
empresario Saturnino Orbegozo Izaguirre, tras permanecer 46 días secuestrado
por la organización terrorista ETA en una cabaña utilizada antiguamente para
guardar el ganado lanar, popularmente conocida como borda. El inmueble estaba
a unos 500 m. de las casas del barrio de Arce de localidad de Donamaría
(Navarra).
Orbegozo Izaguirre fue secuestrado el 14 de noviembre de
1982, cuando salía de misa en la localidad guipuzcoana de Zumárraga. A través
de un comunicado aparecido en diversos medios informativos, ETA
político-militar (ETA-pm) reivindicó la autoría del secuestro y anunció su
intención de ejecutar al industrial si la familia no cumplía las exigencias
económicas pretendidas.
Una llamada anónima puso a la Guardia Civil sobre la pista
del lugar donde se hallaba el secuestrado, pues la presencia de unos jóvenes
desconocidos que vivían desde hacía semanas encerrados en una borda llamó la
atención de los habitantes de Donamaría. El sargento comandante de puesto de
Santesteban, Pedro Guerrero Arias, junto con seis guardias civiles de la misma
unidad, realizó una batida por la zona de Arce que permitió localizar la cabaña
donde se encontraba el industrial, liberarlo y detener a los dos jóvenes que
lo custodiaban. Eran los miembros de ETA político-militar Gregorio Manso
Martija y José Ignacio Odriozola Susaeta, de 23 y 21 años. Curiosamente, a las
24.00 horas de ese día expiraba el ultimátum planteado a la familia por los
terroristas.
“Gracias, muchas gracias”. Con estas palabras, el
secuestrado, mostraba su agradecimiento por su liberación, seguidas de un
fuerte apretón de manos a cada uno de los guardias civiles que participó en el
servicio.
Por su decidida y eficiente actuación, el sargento Guerrero Arias recibió posteriormente la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil, la más alta distinción de la Orden del Mérito del Cuerpo.