Existe una leyenda sobre la Dama de Arintero, una joven chica
que decidió convertirse en soldado.
Juana García, es uno de esos personajes de la historia
leonesa que son leyenda o tal vez fue real.
Para poder entender mejor la historia, debemos viajar hasta
el año 1474, después de la muerte de Enrique IV, y del nombramiento
de los Reyes Isabel y Fernando. Noticia que no fue bien recibida por
el Rey Alfonso de Portugal. La noticia de que los Reyes Isabel y
Fernando eran atacados llegó a todos los rincones de España.
El mensaje llegó hasta el pueblo de Arintero, situado
en la Montaña Leonesa. Allí el conde García de Arintero, que ya era
muy mayor para pelear se sentía muy apenado. Su mujer Doña Leonor sólo le
había dado 7 hijas, y no podían ir a la batalla. Sería la primera vez en siglos
que un Señor de Arintero no acudiera a la llamada de la Corte.
Juana, o la que después sería la Dama de Arintero,
decidió ser ella la que acudiera a la guerra para
honrar a su familia, aunque el conde
estaba en contra. Después de meses de duro entrenamiento, con la espada,
la lanza y el peso de la armadura la joven dejó de ser Juana. Se
transformó en el Caballero Olivares. Cabe recordar que esta práctica
estaba totalmente prohibida para las mujeres.
La Dama de Arintero en la batalla
Durante los siguientes duros
meses de batalla se ganó la fama de ser un caballero muy valeros. Tanto es
así que en febrero de 1.475 junto con otros nobles consiguieron la
rendición la ciudad de Zamora.
Sobre cómo fue descubierta existen
dos teorías, la primera es que su jubón se rompió y uno de sus senos se
descubrió. La segunda es que fue descubierta mientras se bañaba en el río.
Fue llevada ante los Reyes, donde Fernando premió su entrega y valor aunque
Isabel no estaba conforme.
Por lo que Isabel ordenó a unos emisarios darla caza y quitarla todos los privilegios que su marido le había entregado. La Candama es el lugar donde los emisarios la encontraron jugando a los bolos. No se sabe si consiguió escapar y llegar a su querido Arintero o si por el contrario halló la muerte.
