El 29 de abril de 1853, Su Majestad la reina Isabel II
autorizó que, progresivamente, según lo permitieran los productos de las
fábricas de armas, se fueran cambiando los fusiles de chispa por los de
percusión, con el objetivo de mejorar las armas de dotación de la Guardia
Civil.
A lo largo de su historia, el Cuerpo ha ido contando en
dotación con diversos tipos de armas largas de diferentes calibres como han
sido tercerolas, fusiles (modelos 1857, 1859), carabinas, mosquetones MÁUSER
(modelos 1893, 1916-T y 1943), que aún hoy son empleados en desfiles y otros
actos protocolarios por su vistosidad.
Las armas largas modernas en las unidades de la Guardia Civil
han ido cambiando con la evolución del armamento y se ha contado con
subfusiles y fusiles de asalto, escopetas policiales, ametralladoras y rifles
de precisión. En cuanto a los subfusiles, que históricamente han sido más
utilizados por el Cuerpo, destacan los de la marca Star en sus diferentes
modelos (Z-45, Z-62, Z-84, Z-70), correspondiendo las últimas adquisiciones de
este material a los subfusiles marca H&K, modelo MP5.
Por lo que respecta a los fusiles de asalto, los más usados
han sido los de la marca CETME, los cuales forman parte aún de la dotación del
Cuerpo. Se han utilizado diferentes modelos (L, LC y LV), si bien el más
extendido y conocido es el modelo C, que también ha sido empleado para el
lanzamiento de material antidisturbios, mediante la adaptación de la
correspondiente bocacha. De forma paulatina, se está procediendo a su
sustitución por otros modelos más modernos, en concreto por fusiles H&K,
modelo G-36, calibre 5,56x45 mm. Esta arma es con la que se está dotando al
personal que toma parte en misiones internacionales.
El Servicio de Armamento y Equipamiento Policial (SAEP) es el órgano encargado de programar la adquisición de armamento, munición y demás equipamiento policial, así como la gestión, control, almacenaje, distribución e inspección de dichos medios y su mantenimiento.