Primera uniformidad de la Guardia
Civil. Izquierda: uniformidad de servicio para la Caballería. Derecha:
uniformidad de gala de verano para la Infantería (1844).
Fuente: Servicio de Estudios
Históricos. Guardia Civil.
El 15 de junio de 1844, Su Majestad la Reina aprobó la
uniformidad propuesta por el Duque de Ahumada para la Infantería y Caballería
del recientemente creado Instituto de la Guardia Civil:
”Para la Caballería: Sombrero de 3 picos con galón de hilo
blanco, casaca azul con cuello, vueltas y solapa encarnada abrochado, con
forro azul para el uso diario, hombreras de cordón encarnado y blanco, que
servirán de presilla para el correaje. Pantalón blanco de paño ajustado. Bota
de montar para el servicio a caballo. Levita azul con vivo encarnado. Pantalón
azul con borceguí para el servicio a pie. Capote azul del que está admitido en
general para montar. Cabos y botones blancos. Guante amarillo para montar y el
uso diario, y para gala de algodón o estambre blanco. Carabina con bayoneta. 2
pistolas de arzón. Espada de línea. Cartuchera con correa de ante de su color y
gancho para la carabina. Cinturón del propio color que la correa de la
cartuchera. Silla igual a la que usa la Caballería del Ejército con
pistoleras. Correaje negro con hebillas de metal amarillo. Mantilla de paño
azul, redonda con galón de hilo blanco en los costados y vivo encarnado”.
“Y para la Infantería: Sombrero igual al de la Caballería,
según va expresado y además casaca como la de la propia Arma, con faldón
ancho. Pantalón con vivo encarnado. Zapato abotinado. Levita azul para diario
que se usará con el mismo pantalón de lienzo. Esclavina de paño verde. Fusil
más corto de 2 dedos que el ordinario, de calibre a 15 en libra. Sable de los
que usa la Infantería del Ejército. Una pistola pequeña. Cartuchera para 40
cartuchos, con correa para esta, de ante de su color, lo mismo que el tahalí
del sable y ceñidor, teniendo esta chapa sencilla con la cifra G.C., y mochila
de hule o encerado negro con correas también de color de ante”.
Para el Duque de Ahumada, el vestuario y el aspecto de los
guardias civiles eran primordiales y, en múltiples ocasiones, prevenía en
cuanto a su limpieza y buen remiendo cuando se dañaba la imagen del Cuerpo,
plasmando en la Cartilla del Guardia Civil que “el desaliño en el vestir infunde
desprecio”.
En el artículo 28 del Código de Conducta se recoge que “el
uniforme de la Guardia Civil deberá ser vestido con orgullo, corrección y
limpieza, siendo consciente que el uso adecuado de estas prendas contribuye a
la consideración pública y a proyectar hacia la ciudadanía una imagen de
respeto, dignidad, confianza y seguridad.”
En nuestro museo, ubicado en la Dirección General, pueden observarse en detalle, todos los aspectos, colorido, su compleja confección, bordados de escudos e iniciales, correajes etc. de la primera uniformidad del Cuerpo.