miércoles, 16 de abril de 2025

Servicio humanitario prestando auxilio en una hambruna

Helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, modelo BO-105, realizando un transporte paletizado con material humanitario (años 90 del siglo XX).

Fuente: Servicio Aéreo. Guardia Civil.

El 16 de abril de 1866 se publicó en el Boletín Oficial del Cuerpo, como servicio destacado humanitario, la actuación llevada a cabo por parte del guardia civil del Puesto de Algodonales, provincia de Cádiz, Eduardo Rodríguez Andino.

De manera persistente, durante dos meses y medio, entre febrero y mediados de abril de aquel año, se desató un temporal en la comarca de Los Algodonales, de modo que un número im­portante de personas no pudo dedicarse a sus habituales faenas agrícolas, de las que dependía su subsistencia. Agotados sus escasos recursos, algunas de estas personas se vieron en la necesi­dad de salir a mendigar para poder atender al más elemental sustento de sus familias.

Tal penosa situación de miseria conmovió de tal forma al referido guardia civil, que se dedicó a socorrer a los más desgraciados “con todo lo que pudo economizar de su propia paga” y cubrir sus más básicas necesidades. Esta labor la hizo de forma discreta ya que encargaba a los demás la mayor reserva de su proceder.

Esta generosa conducta no pasó desapercibida, llegando a conocimiento de sus mandos, que die­ron cuenta de ella. Al conocer el asunto, el director general dispuso que se publicara su benemérita actuación en el Boletín del Cuerpo y que se in­cluyera al referido guardia en el turno de elec­ción para ascenso a guardia de primera clase.

Ese espíritu benemérito continúa presente como principio institucional en el actual Código de Conducta del personal de la Guardia Civil, aprobado mediante Real Decreto 176/2022, de 4 de marzo, en el que se establece que “presta­rán auxilio con los medios a su alcance a todo aquel que lo necesite, se encuentren o no de servicio, con especial atención a las personas y colectivos más vulnerables”.