El 29 de noviembre de 2005 se crearon los Equipos contra el
Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil como unidad con entidad propia. El
objetivo fue mejorar la respuesta policial en la lucha contra la delincuencia
organizada, caracterizada por su gran movilidad y por la interconexión de sus
redes, que aglutinan un extenso abanico de tipologías delictivas cada vez más
sofisticadas y heterogéneas.
Debido a la gravedad y violencia de sus acciones o el alto
grado de organización y de la complejidad de las técnicas o procedimientos
utilizados, los ECO se dirigen y coordinan desde la Unidad Central Operativa
(UCO), aunque, inicialmente, su dependencia orgánica era de las comandancias
territoriales en las que se establecieron. A partir del 14 de septiembre de
2021 pasaron a mantener una dependencia completa de la UCO, lo que les permite
afrontar investigaciones integrales muy complejas, generalmente con un gran
componente transnacional.
Existen ECO en Pontevedra, Alicante, Málaga, Canarias y
Baleares, cubriendo cada uno de ellos la demarcación de su comunidad autónoma,
si bien, debido a la gran movilidad y dispersión de las organizaciones
criminales a las que hacen frente, se puede asegurar que tienen un ámbito de
actuación internacional.
Su estructura multidisciplinar permite el desarrollo e
implementación de técnicas especiales de investigación, uso de fuentes vivas,
instalación y uso de medios técnicos e investigaciones en el ámbito del
blanqueo de capitales como complemento a las investigaciones principales,
apoyando, además, al resto de los grupos de investigación de la UCO y de otras
unidades de Policía Judicial de la Guardia Civil.
Los cinco ECO de la Guardia Civil, con la integración de las
capacidades del resto de la UCO, han mantenido desde su creación un alto nivel
en la lucha contra el narcotráfico, la corrupción, la delincuencia organizada
transnacional y las estructuras de blanqueo que las soportan.