Tal día como hoy del año 1.873, “teniendo en cuenta la necesidad de que los Batallones tengan un Jefe más, tanto para la disciplina cuanto para la buena administración de justicia, como igualmente para que en ausencia, licencia o enfermedad, haya quien supla a los otros dos, y dado que esta necesidad se hace más patente en el Cuerpo de Infantería de Marina, en el que por su instituto y diferentes atenciones en la Península y Ultramar, sucede con frecuencia que se hallan sus Bones. huérfanos de uno y a veces de ambos Jefes, el Gobierno de la República se ha dignado crear la Plaza de Comandante Fiscal en cada uno de los Batallones de que consta el Cuerpo de infantería de Marina”.